Las Bolas Chinas o Bolas de Ben
Wa, conocidas también como bolas de orgasmo, bolas de geisha o bolas de Venus (chino:
pinyin: yindaoqiú "bola de vagina". Suelen ser pequeñas, por lo
general huecas y con muy poco peso, en su interior otra bola que giran
alrededor y se utilizan para ejercicios terapéuticos y en ocasiones para la
estimulación sexual. Existen varias formas y pueden ser sólidas. Hay otras
versiones hechas de plástico un poco más grandes que envuelven a las bolas más
pequeñas y se llaman “bolas de Duotone”. Se usan insertándolas en el interior
de la vagina y usando los músculos pubococcígeos para mantenerlas, estimulando
el movimiento y/o la vibración que producen las bolas interiores. No deben ser
confundidas par los ejercicios de kegel anales y estimuladores de próstata para
hombres: las bolas de Ben Wa casi siempre llevan una cuerda de recuperación y
no tienen una base acampanada para el juego anal..
Tienen una compleja historia, su origen y forma de construcción varía
dependiendo de la ubicación donde se hacen. En su origen fueron diseñadas y hechas
de una sola bola colocada en el interior de la vagina, usada con el objetivo de
realzar el acto de la cópula sexual, pero posteriormente se convirtió en bolas
cubiertas de metal ligadas por una secuencia de seda para la fácil extracción .
El uso de estas bolas provoca una pequeña excitación, no lleva de inmediato a
la mujer al orgasmo. Se pueden usar durante todo el día o por ejemplo cuando se
está sentada para una sensación
placentera.
Se pueden usar sencillamente para aumentar la fuerza de los músculos del
suelo pélvico, igual que algunas práctica sexuales Taoistas se han usado
durante siglos y siglos y los ejercicios de Kegel se usan actualmente. Estas bolas son recomendadas por la mayoría de
ginecólogos y obstetras para magnificar la elasticidad vaginal y el control de
la vejiga. Vienen en su mayoría en una forma esférica y se utiliza el aumento
de pesos para fortalecer la vagina y el rendimiento sexual. También para
combatir la incontinencia urinaria, como ocurre en muchas ocasiones al toser,
reír o estornudar y con más frecuencia a medida que las mujeres maduran, Todo
esto puede ser tratado con estas bolas
de Ben Wa o ejercicio de Kegel.
En la práctica del Tantra se piensa y asegura que son herramientas muy
útiles y provechosas para ejercitar el control y para explorar el lado sensual de
la mujer.
Los ejerciciosde contracción del músculo pubocoxígeo y los de Kegel, son destinados a fortalecer los músculos pélvicos. También para evitar alteraciones como la incontinencia urinaria o también para facilitar el parto. En el campo sexual son los perfectos ejercicios que hay que realizar para obtener unos buenos resultados a la hora de controlar y conseguir un mayor placer sexual..
El doctor Arnold Kegel fue quien creó estos
ejercicios de Kegel para sus pacientes en el año 1940 como método para prevenir
y actuar ante la incontinencia urinaria.
Se idearon y desarrollaron para actuar frente a la incontinencia urinaria
de la mujer tras el parto. Su principal función es fortalecer los músculos de
la zona pélvica y mejorar la función del esfínter uretral y/o
rectal.
El éxito de estos ejercicios depende de una práctica adecuada y disciplina.
Actualmente se recomienda a todas las mujeres que padecen incontinencia
urinaria por estrés, también a los hombres que padecen incontinencia urinaria
después de cirugía de próstata y a todas
aquellas personas que sufren de incontinencia fecal.
La mayoría de las personas no saben localizar los músculos pélvicos y por
ello deben practicar con mucha más frecuencia para aprender a contraer los músculos
adecuados.
Uno de los métodos es el siguiente: sentarse y al orinar intentar retener
el flujo de orina contrayendo los músculos del piso pélvico. Practicando con
frecuencia se puede llegar a conocer los músculos que hace la contracción. No se
deben contraer los músculos del abdomen, caderas o nalgas mientras se
realiza, estos ejercicios solo deben hacerse para la localización de los
músculos implicados pero no como ejercicios repetitivos, ya que altera el
reflejo normal de la micción y podría desembocar a una alteración del mismo o a
acumular residuos de orina en la vejiga al terminar la micción. Otro método
para poder identificar estos músculos consiste en introducir un dedo en
el recto.
También se puede fortalecer el piso pélvico usando un cono vaginal. Una vez en el
interior se debe tratar de mantener este cono contrayendo la musculatura. Antes
de introducir cualquier objeto en la vagina se debe tensar y relajar los músculos.
Todo es más fácil con los músculos muy relajados. Es muy efectivo introducir el
dedo poco a poco en la vagina y apretarlos con los músculos.
Se puede usar biorretroalimentación y estimulación eléctrica para identificar estos músculos. Se colocan electrodos en el abdomen
y en la zona anal. Algunos doctores los colocan en el ano (para los hombres) o
en la vagina de la mujer para monitorizar la contracción de estos músculos. En el monitor se
observa mediante un gráfico cuáles son los que se contraen y los que están en
reposo. Esta estimulación eléctrica se realiza usando corriente eléctrica de
bajo voltaje. La corriente se aplica utilizando una sonda. Esto se puede
realizar en el centro especializado o en el propio hogar. Son sesiones de 20
minutos y cada 1 o 4 días. Han resultado muy prometedores para el tratamiento
de la incontinencia.
Las técnicas conductuales o las de control de hábitos de ingesta líquida y de
micción. Todo este conjunto de técnicas se conocen como reeducación
pelviperineal y deben ser aplicados por un fisioterapeuta o kinesiólogo.